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Arquitectos: Piuarch
- Área: 30000 m²
- Año: 2016
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Fotografías:Andrea Martiradonna
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Proveedores: IOC, Kone, LIUNI, Soprema
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La antigua fábrica de Caproni, construida en 1915 en los suburbios del este de Milán, ha vuelto a la vida gracias a un proyecto de renovación y remodelación que transforma esta antigua planta en las nuevas oficinas de Milán de la famosa marca de moda Gucci. Las instalaciones de via Mecenate, que se utilizaban para el diseño, montaje y prueba de aviones, se han convertido ahora en un gran complejo de oficinas, showroom y espacios para la realización de desfiles de moda y operaciones relacionadas con la gráfica, así como un comedor y un restaurante.
El proyecto, basado en la renovación de este sitio industrial, se centra en mejorar las características estilísticas de la arquitectura de la década de 1920.
La regeneración de las antiguas instalaciones ha dado como resultado un moderno complejo de oficinas, que logra satisfacer las necesidades y requisitos actuales en una construcción con poderosas connotaciones históricas. Los almacenes industriales abandonados, dispuestos en un patrón regular en todo el sitio y con bahías estructurales modulares, han sido renovados y mejorados: cubiertos por un techo estilo cobertizo que permite que la luz cenital fluya hacia los interiores y con fachadas de ladrillo, el diseño de estos edificios crea una interacción perfecta entre el interior y el exterior.
El gran hangar se ha transformado y ahora puede albergar eventos y desfiles de moda, gracias al cuidadoso proyecto de renovación. Dentro del diseño regular de las estructuras, un camino peatonal central conecta el eje a lo largo de Via Mecenate con un gran espacio cubierto: esta plaza interna, cubierta por estructuras metálicas delgadas diseñadas a principios de siglo, establece las diversas funciones dentro de las oficinas de Gucci en Milán.
Los caminos peatonales se sintonizan entre los edificios, que se ubican principalmente en la planta baja, en una secuencia de estructuras sólidas y espacios vacíos en los que el paisajismo juega un papel clave: atravesando el sitio e interactuando suavemente entre los edificios antiguos y los espacios verdes. La gran plaza, rodeada de fachadas de ladrillos a la vista, está animada por árboles cuidadosamente colocados, mientras que una espesa madera de tilos le da al proyecto una sensación claramente "verde", centrándose en el diseño sostenible.
El proyecto incorpora una torre de seis pisos en su tejido industrial de almacenes, que interactúa estrechamente con las antiguas construcciones. Este volumen, rodeado por una fachada de vidrio y cubierto con un patrón regular de protectores solares, rompe la simetría del sitio y tiende a unir todas las diferentes funciones. Construido con una superficie de vidrio, la estructura está cubierta por una red de elementos verticales hechos de un metal de color oscuro que protege los interiores de la luz del sol: este edificio alto y moderno establece poderosas relaciones cromáticas con los ladrillos a la vista de color rojo de los almacenes de bajo nivel.
